Bienestar y crioterapia
La reacción del cuerpo al frío extremo produce efectos muy beneficiosos para nuestro bienestar físico y mental.
La piel
Los vasos sanguíneos de la piel se contraen bajo el efecto del choque térmico. Después de una sesión, la piel se rejuvenece, tonifica y tiene más elasticidad. Las reducciones de la temperatura de los tejidos superficiales también actúan sobre las células grasas y, por tanto, sobre la celulitis. Se estimula la producción de colágeno.
Ansiedad y estrés
La activación de endorfinas por el eje hipotalámico-hipofisario tiene efectos positivos sobre el bienestar. De hecho, en pacientes ansiosos o deprimidos, que carecen de endorfinas, la CEC actúa de manera beneficiosa. Asimismo, CEC ayuda con las migrañas, el síndrome de fatiga crónica, el exceso de trabajo físico y mental y la ansiedad.
Insomnio y desfase horario
La crioterapia es bien conocida por su capacidad para mejorar el sueño. Al restaurar el equilibrio hormonal y nervioso, nuestros ciclos circadianos se normalizan, reduciendo drásticamente el insomnio. También actúa en otros trastornos, como el desfase horario.
Exceso de peso
Aunque la crioterapia no es la solución «única para todos» para esto, ECA puede ser una herramienta muy útil en su viaje de pérdida de peso. Al aumentar su tasa metabólica, mejorar el drenaje linfático, reiniciar sus sistemas hormonal y nervioso, logrará un efecto quemagrasas. Por ejemplo, es bien sabido que dormir bien (que podemos ayudarle a conseguir con crioterapia y osteopatía) acelera la pérdida de peso.